¿Eres de los que haces cosas porque “es lo correcto”, porque “es lo que se espera de ti” porque alguien de tu entorno cercano dice sin preguntarte “ese tu camino”?
Hoy me ha comentado una clienta en una sesión de Coaching que estaba cansada de ir a cenas a las que no le apetecía ir, que quedaba con gente a quien no le apetecía ver y que hacía cosas que no entraban en sus planes simplemente porque otras personas lo habían organizado y le “sabía mal” decir que no iba.
Esto es mucho más común de lo que parece. Si te pregunto si se te ocurre alguna cosa en el último mes que hayas hecho sin ningún tipo de ganas pero que te insistieron tanto (o no) que no supiste como decir que no, ¿podrías decirme alguna?
Más del 80% de las personas dirían que sí y muchos en repetidas ocasiones.
Y es que así es: no siempre hacemos cosas que nos apetecen. No siempre decimos lo que pensamos. No siempre estamos donde queremos estar.
Sea por lo que sea, pensamos que molestaremos a unos u otros o simplemente porque hablarán mal de nosotros o porque ese camino, el que no queremos, es el que otros habían decidido para nosotros y no sabemos decirles que NO.
Cada uno es dueño de su vida y de su tiempo, y de hacer con él lo que quiera, como quiera y con quien quiera. Esto es algo que deberíamos recordárnoslo cada mañana.
Eso es el Coaching: no decir a nadie lo que tiene que hacer sino facilitarles opciones y sacar la grandeza que tienen dentro para que sean capaces de hacerlo solos. Porque PODER, todos podemos hacerlo. ¿A qué esperas tú para decidir qué dices, qué haces y a dónde vas?