En este post ponemos a tu disposición las 7 primeras herramientas para mejorar tu actitud.
Pero recuerda, lo que sucede en las situaciones en las que te encuentras o en las circunstancias en las que estás, no siempre depende de ti. Pero TU ACTITUD SÍ DEPENDE DE TI.
Entonces, ¿cómo eliges estar hoy? Si tu respuesta es bien, muy bien, con una actitud positiva o con ganas de comerme el mundo, pero tu actitud no te está acompañando, aquí tienes algunas técnicas y herramientas que te ayudarán a ENTRENAR y MEJORAR tu actitud:
- Técnica del lado opuesto: piensa siempre en positivo, deja de lado lo negativo. ¿Cómo? Cuando se te ocurra algo negativo, haz el esfuerzo de buscar siempre la parte positiva. Primero te costará, pero es un hábito y como tal necesita de práctica.
- Crea un ambiente a tu alrededor que te haga sentirte bien: Consigue que el ambiente que te rodea refleje cómo deseas ver tu actitud. Ordena tu casa, tu lugar de trabajo, adáptalos para potenciar lo mejor de ti. Si sabes crear un ambiente adecuado, tu actitud mejorará de manera espectacular (usa música, pequeños detalles, etc.)
- Cambia tu fisiología: En otro post más adelante hablaremos de los tres patrones de comportamiento que rigen nuestras vidas (el fisiológico, el lenguaje y el enfoque) y podrás determinar cómo influye nuestra fisiología en nuestros comportamientos y estados de ánimo. Pero adelantándonos a ello, piensa en alguien que se siente desanimado o deprimido. ¿Cómo refleja eso en su cuerpo? Cabizbajo, hombros abatidos, mirada triste, etc. ¿Y en una persona animada y segura? ¡Todo lo contrario! Usa tu cuerpo de forma inteligente para conseguir y mantener una actitud positiva.
- Juega a ser ganador: encamínate hacia el triunfo y compórtate como un ganador. Si te diriges a los demás pensando que no vas a conseguir nada, seguro que no lo harás. Si te diriges a tus compañeros, jefe, pareja, amigos, etc. con la misma actitud, sucederá lo mismo. Todos se contagian de los ganadores. Y en general, nadie quiere a nadie cerca con una actitud negativa.
- Simplifica: haz las cosas sencillas y elimina los obstáculos para seguir adelante. Estos obstáculos están en tus prejuicios, en tu humor, en tus pensamientos, etc. ¡Trabaja en ellos!
- Obvia la queja: Quejarse no es malo, pero sí cuando lo hacemos constantemente y de todo. Si estás en una situación en que lo haces muy a menudo, usa por ejemplo, el juego del “Prohibido quejarse“: habla con tu familia, tu pareja, tus amigos, hazlo como si fuera un juego. De este modo, si ellos detectan que te estás quejando, podrán avisarte de que lo haces en caso de que tú no te des cuenta.
- Apártate: aléjate de la gente con mala actitud, no te contamines. Una mala actitud no puede conseguir provocarte. Por ejemplo, si tu compañero tiene mala actitud, déjalo.
No son los acontecimientos los que te hacen feliz o infeliz, es tu actitud ante ellos, lo que determina tu estado de ánimo.
¡En el próximo post veremos las 7 técnicas restantes!