Ayer comentaba que existen 2 tipos de “jefes” en lo que se refiere al desarrollo profesional de su equipo. Los que apuestan por la formación y el desarrollo de sus colaboradores (tipo 2) y los menos interesados y/o proactivos ante ese desarrollo (tipo 1).

Hoy te toca a ti: ¿Eres de los que se conforman con lo que tienen y hacer lo mismo, durante toda la jornada, cada día de la semana, ya te va bien (tipo 1)?

¿O eres de los que te gusta, aprender, aplicar nuevas habilidades, probar cosas nuevas, tener nuevos proyectos, retos y avanzar (tipo 2)?

Independientemente del “responsable” o directivo que tengas por encima, es fundamental hacerse, de vez en cuando, un chequeo sobre tu carrera profesional. Pasar la ITV (Inspección Técnica de Vehículos) o mejor dicho, pasarse la ITP (Inspección Técnica Profesional) debería ser obligatorio cada cierto tiempo, al igual que debemos hacerlo con nuestros vehículos.

Con la ayuda de un profesional siempre es más fácil, pero si no lo tienes a mano, empieza por hacerte algunas preguntas:

• ¿Estoy en el sitio en el que me gustaría estar?
• ¿Realmente quiero estar donde estoy?
• ¿Qué necesito para realizar mejor mi trabajo?
• ¿Qué necesito para promocionar o dar un salto en mi carrera?
• ¿Con qué conocimientos, competencias y/o habilidades realizaría mejor mi trabajo? Enuméralas
• ¿Cuál de ellas es más necesaria?
• ¿Cuándo empiezo?

Quizás en estas últimas preguntas es donde te puede ayudar ese profesional (ya sea un mentor o un coach ejecutivo) para que te pongas en acción y consigas cambios en tu ámbito profesional porque…

… recuerda que estamos muchas horas en el trabajo…

… que, en función de cómo haya ido el día, tendrás mejor o peor humor en casa (con tu pareja, hijos,…)…

… que no hay nada mejor que pensar que hoy has hecho todo lo que podías, que te has esforzado con lo que tenías, e irte a dormir con la conciencia tranquila y contento/a.

Así que ponte las pilas y pásate la ITP cuanto antes.

¡Porque no hay mejor reto que el de crecer (personal) y profesionalmente!